Evento engalanado

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Evento engalanado

Evento que de luces se engalana,
representantes y primera plana;
con los que el bienestar de todos honran
las leyes firma la gobernadora.

Con un hermoso traje iba ataviada,
dignísimas personas la franqueaban,
notables, distinguidos, respetables;
promulgan leyes nunca desiguales.

Serenos, convencidos, orgullosos,
frente a la historia y todos el bien vierten;
van firmes, satisfechos, van dichosos,
como se asiste a la sesión solemne.

Ella impecable, porte, liso el traje,
simpatizantes, libro y engranaje;
riendo a tv en vivo y fotografías
le añade un mérito a su biografía.

El discurso… Toda razón, esencia,
fin, consecuencia de la diez setenta,
cualquier uso, hecho… fue ovacionado.
Un día soleado y fresco, redondeado.

Mejora así la prócer nuestro mundo.
-Contenta a casa, ya hizo la justicia-.
Así, entre felicidad y aplausos,
gozo y risas, nace una inmundicia.

Marcha

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Marcha

Se extiende hoy clara y fresca la mañana,
hombre y mujer agitan toda casa;
un hervor, deseo, un rugido manda,
al unísono firmes claman: ¡Marcha!

Caminan con pancartas bajo el sol
el árabe y judío con convicción,
el afroamericano y oriental
luchan briosos contra algo que está mal.

De todas partes van hacia una tierra
que ignora –envuelta en la naturaleza-
la cerrazón, el odio y la frialdad;
ya van a restaurarle calidad.

Se acercan por los lagos y montañas,
millones vienen por las hondonadas,
sus voces de razón ondean en lo alto;
la protesta por un derecho innato.

Países se unen para oírse en la nación,
fuerzas para volverse oposición
contra una enfermedad de eras ya muertas.
-Ruinas mentales que otra vez segregan-.

Un orden de “cosas” las raíces cimbra;
un juicio a la etnia, “raza”, que lastima.
Nueva decadencia; auge desplomas.
-Sismo que nuestro ahora nos cuestiona-.

Pero hoy no es ayer, ¡hoy es el mañana!,
¡y el mundo vamos como una sola alma
junto al pueblo latino hacia Arizona!...
Marcha el pueblo contra una ley idiota.

Sheriff

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Sheriff

Temprano ya organiza la redada,
oficiales y perros se preparan,
macana lista y escopeta al hombro;
en uniforme con galones de oro
se apresta el sheriff a aplicar la ley;
un gran día, hoy se siente como rey.

Su presa más temprano en calle y casas
la vida gana con sudor, trabaja.

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Como el sheriff se siente en gran peligro
más firme cazará a sus enemigos,
sin importar cómo; es lo más grato
hacer cumplir la ley, es su trabajo.
Habrá maniobra al medio día y la tarde,
prevé estrategia y celdas en la cárcel.

Cerca, el inmigrante es muy feliz,
cumple y piensa de noche en paz dormir.

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Sangrantes, arrastrados por el suelo,
llevan a los que vieron aquí el sueño
de la superación y libertad;
se hizo Arizona estado policial.
Los volvió su nobleza sospechosos,
los miran como menos y apestosos…

Conocen la ira por primera vez,
la agresión de odio a su color de piel.

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Llega a casa el sheriff, besa esposa e hijos,
ya duermen a salvo, él más tranquilo;
cree que es el hombre y policía más justo,
que lucha por hacer mejor al mundo,
cree que Estados Unidos es más grande
si echa lejos, fuera, al inmigrante…

… quien ve a todos como únicos a par,
a cada uno especial a vez que igual.

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Mientras el inmigrante -envuelto en miedo,
golpeado por el policía correcto-,
en celda oscura de vacíos inmensos
se inquiere la razón del sufrimiento,
el sheriff llega a casa satisfecho,
no cuestiona, la ley es el derecho.

Vive el humano, piensa y crea sucesos,
mira amplio, fuera siente el ser y adentro.

Estruendos

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Estruendos

¡Arizona! ¡Centellas hay y estruendos!,
¡como huracán, relámpagos y truenos!;
suena a erupción de un palpitar, clamores,
como baile y reunión de mil canciones…
Una alegría te abraza, te rodea,
frescura y calidez te serpentean.

El suelo hondo se cimbra, lo festeja,
tierra y hojas doquier se arremolinan,
tu luna, sol y hierbas más se acercan,
ríe el aire, azul y brillos corretean,
montañas crujen, lago y río se crispan,
flora y fauna curiosas se aproximan.

Va un pensar, una historia, va un sentir,
una voz, idea, paz de buen vivir;
juntos amigos y desconocidos,
marchando van familias, van vecinos,
van ancianos, bebés, mantas de dicha,
un hombre, la mujer, el niño y niña.

Hoy, grande como diario hay un suceso…
tu ser vive en las calles real tu sueño,
va tu alma en tus ciudades y desierto,
tu hijo anda, tu hermano… tu amor eterno.
¡Es tu comunidad!, quien tanto te ama.
La honestidad. Día a día por ti trabaja.

Ley retrógrada

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Ley retrógrada

Ley retrógrada. Hoy el mundo avanza.
Surge entre oscurantismo la congruencia,
inclina a la razón su fiel balanza;
la mente va creciendo en su vivencia.

Ley retrógrada. Los primeros hombres
fuego hicieron, después siempre aprendieron;
contra climas y entre bestias enormes,
por milenios, evolución comieron.

Ley retrógrada. Los conquistadores,
con deseo y sed de poder, sangrientos,
sin piedad arrasaron poblaciones;
sin paz final, murieron siempre hambrientos.

Ley retrógrada. Incontables dioses
dieron representantes a sus pueblos,
fueron al pensante libre, atroces,
mas este en este día sigue sereno.

Ley retrógrada. Un día las colonias
dijeron hartas: “¡De injusticia basta!”;
los reyes las veían botín y escorias,
pero al clamor, dominación acaba.

Ley retrógrada. Familias, señores,
con látigo y cadena hacían esclavos;
por esos yugos rotos, triunfadores
somos de nuestra vida hoy todos, amos.

Ley retrógrada. Guerras genocidas
fueron derrotadas, sus odios muertos,
fin de nazis, fascismo y sus racistas;
sobre un frío muro nos reunimos nuevos.

Ley retrógrada. Hoy hay rayo láser,
tecnología, la luna ya se alcanza,
células madre, se investiga el cáncer,
hay cultura, la ciencia se abalanza.

Ley retrógrada. Si hoy hay más que hacer
para un día más allá que un tiempo ser,
si hay amor en el mundo y esperanza.
Retrógrada, ¿qué haces aquí?, ¿qué pasa?