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Cristalina
Un día mi puerta te traía,
no buscarte, la ironía.
Te avisté lo alabastrina,
te vi oscura y cristalina.
Tu neural se hizo una intriga
y mi trigo uní a tu espiga.
Te inquirí y más te viajé,
por tu sombra y luz volé;
muy llana abres, muy rocosa,
suave espina, ruda rosa;
mas me arrojo en tu fragor,
Cristalina es ser amor.
Y no es claro a nadie más.
Refiero arriba, a ras,
en el tiempo, mente y rimas…
que te escondes, que hondo intimas,
que hay que acostumbrarse a ver.
No hay cristales por doquier.
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