.
De un tiempo a hoy
De ti escribo insultante, descortés,
no por no amarme, Dios de esto es testigo;
es porque de ello diste a mí castigo,
tal, que de un tiempo a hoy muda ansío que estés,
ciega, no hiera el ojo con que ves…
Oh… ya no soy aquel que fui contigo;
ya… perdón, lo que haces hago, ¿a qué sigo
si olvido a quien fue ayer… por quien hoy es?
¡Es porque parece ayer que te traté!...
¡perdón! soy débil, fuerte a ti te amé,
y es que otra tú eras… en la que quedé,
desde hoy te llevaré en mí siempre así;
diré -como cuando eras ella, ¡sí!-
por tu recuerdo al aire… “Soy feliz”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario