.
Jesús
Con tus hermanos por amor viviste,
por su sinrazón tu aliento expiró,
tu suplicio milenios más les dio
y al cielo con nuestro señor volviste;
y hubo quienes siguieron lo que hiciste,
al recto y al hereje se enteró,
tanto de ti en el mundo se trató
pero nadie escuchó lo que dijiste;
y así, el día del sol verán nublado.
Pero tú, que aquí unos aún veneran,
que a derecha del padre estás sentado…
No te olvides de los que a ti te esperan.
Vean, cuando a la muerte hayas echado,
las luces que en tu rostro se generan.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario